El artista Bernard Besson nació en 1950 en Lyón, Francia. Vive y trabaja entre su taller en la ciudad de Lyón y su taller en las montañas de Ardèche dedicándose desde 1988 exclusivamente a su actividad artística. Ha participado en varias exposiciones en Francia, Suiza y Alemania, pero la exposición más completa es la que se ve aquí en la Internet.
Su obra es una vista - ni abstracta, ni concreta - del microcosmos y del macrocosmos, inspirada por los detalles de la natura ( "Végéotalis y Géotalis"). No hay diseño, ni ningún trabajo sobre la forma, sino un ambiente que se desprende.
Este ambiente puede ser relacionado con la realidad, como en los paisajes brumosos de la serie "Variaciones sobre un paisaje de invierno" que juega con la transfiguración de una materia. Aquí la materia se adapta a la obra; es utilizada tal cual poniéndola en posición de ser vista, más allá de su realidad prosaica.
Los ambientes pueden ser más imaginarios, con materia en suspensión en el espacio tomando formas informales, como en la serie "Paisajes de ficción". En este macrocosmos todo se hace imperfecto, sobrenatural - formas aparecen como de ficción, a veces enigmáticas y inquietantes, a veces lindas y misteriosas ( "Después de la tormenta - echando a volar" o "El ala de Ícaro" ). El camino que se recorre con la materia es siempre intuitivo y el resultado imperfecto se debe aceptar sin ningún efecto estético.
Estos ambientes pueden también ser arqueológicos, de aquí o de otra parte, como en la serie "Superficies" o "El diluvio". La densidad del color y el aspecto de la materia transportan al espectador más allá de nuestro mundo en un espacio sensorial.
Finalmente, los ambientes resultan a veces más poéticos, como en las series más recientes "Las hierbas" y "Los líquenes", a medio camino entre realidad y sueño. Lo que emana de la pintura es la serenidad y el despertar.